viernes, 1 de abril de 2011

Incorpórea

- Miro el rostro incierto, los labios pálidos y las bolsas bajo los ojos, no me muevo, y no es por que no quiera es solo que soy un objeto pasivo me confundo con el entorno pero existo; estoy segura de ello por que puedo sentir mi respiración, puedo sentir el repiqueteo de la sangre en mis muñecas; en mi sien; en mi Estomago en todas partes, siento como se esparce y me da vida y existo y soy y pienso pero no me muevo.
- No hay diferencia en lo que veo entonces me dedico a mirar a la mujer frente a mi, tiene las manos secas, una expresión fría y me mira de vuelta. Me siento enfermo mi mente se concentra en lograr un movimiento pero el cuerpo que no logro encontrar no responde porque no esta y no es.
- Detrás de la mujer distingo una habitación pequeña atiborrada en pequeños objetos triviales, veo un cepillo de dientes, un vaso, un mueble gastado por el uso y otras mil cosas de las cuales no recuerdo el nombre ni su función.
- No tengo noción del tiempo, y el reloj colgado en la pared a mi espalda no avanza, no retrocede solo esta ahí como si siempre hubiera estado como si su razón se limitara a permanecer como un recordatorio eterno de que las cosas nunca son iguales y es que me acabo de dar cuenta de esto "las cosan nunca son iguales" nacimos para cambiar y a cada segundo sufrimos un paso para nuestra metamorfosis final, estoy aquí ahora y no es lo mismo haber estado aquí ayer. Mis pensamientos van en una gradiente infinita y nunca vuelven entonces nunca puedo ser el mismo porque no pienso igual, no soy el mismo. Pero si nacimos como objetos dinámicos por que no me puedo mover por que no encuentro en mi la materialización de un cuerpo pero existo, y existo para la mujer que me ve con curiosidad como se ve a un domador jugando con leones con fantasía y con malicia expectante, esperando que el león se alce contra su amo.
- Pugne contra mi propia incorporeidad buscando una manera actuar, me ensimisme para encontrar mi propia esencia y al fin he perdido la sensación de fatiga y encontré mis oídos y oigo el golpear de gotas cayendo una a una, debe ser la ducha tras de mi. Descubro mi sed personal y muero de sed sin morir pero no puedo alcanzar el agua.
- La mujer aun quieta abre la boca con la intención de decir algo "Es tarde" yo imito sus movimientos pero de mi boca no sale el mas mínimo sonido ni siquiera el eco de las palabras de la mujer, pero siento su aliento tibio sobre mi cara y por un momento ni visión se vuelve difusa cubierta por un humor blanco, me recobro rápido.
- Encontré mi cuerpo cuando la mujer se mueve yo me muevo con ella pero no soy yo quien se mueve por que yo no pensé en moverme y mi cuerpo recién encontrado no me obedece a mi sino que a la tirana que me obliga, tengo manos tengo cara y tengo cuerpo y ya lo he visto antes pero no lo reconozco como mio. La mujer se aleja y yo me pierdo con ella, caigo en la cuenta de mi propia identidad, soy un reflejo una simple imagen proyectada una ilusión.

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